Con mucho retraso porque el nuevo año ya está empezado, os acerco mi review y overview de los últimos 12 meses como ya hice en 2021 y 2022.
Es curioso que esta vez, en la despedida del año que ya se fue, no se habló de expectativas para 2023. Tal vez sea cierta esa tendencia que habla del Nuevo Nihilismo y que explica que, después de todos los acontecimientos vividos, un sector de la sociedad se decanta por inhibirse de las malas noticias y por neutralizar sentimientos para dejarse llevar, mecidos por las olas de un mar que a veces está en calma, a veces está revuelto y, a veces, es bravo y peligroso.
Parece que, ahora, nos intentamos adaptar a lo que ocurre de la mejor manera posible, pero no lo intentamos cambiar ni profundizamos sobre ello.
«Es llamativo como se habla de la resiliencia, la capacidad de adaptación o la convivencia con la incertidumbre y como se ha dejado de hablar de sororidad»
A falta de expectativas para 2023, hay una línea editorial generalizada que desgrana lo aprendido en 2022. Enseñanzas que tal vez nos ayuden los próximos 365 días. O tal vez no. Por ejemplo, esa capacidad de resiliencia que es más fuerte de lo que somos capaces de creer. Me resulta llamativo como se habla de forma constante de conceptos como la resiliencia, la capacidad de adaptación o la convivencia con la incertidumbre –que ya son lugares comunes– y, como se ha dejado de hablar de sororidad. ¿Qué fue de la hermandad más allá de nuestras diferencias?
«Las lecturas no tienen por qué ser lineales y empezar y terminar un libro no es un protocolo»
Para Lisbon-Paris- Madrid, el año pasado fue árido. No hubo publicaciones. No hubo ansia. No hubo nada. Solo una leve tristeza porque los días obligan a elegir entre lo urgente y lo importante. Y elegí constantemente lo urgente.
Pero bajo toda esa aplastante realidad, al escribir estas líneas me doy cuenta de que 2022, fue un año prolífico, aunque con esa realidad que tenía por delante, me enfrasqué en la lectura de una forma desordenada y sin ningún rumbo. Y, si repaso los libros que han pasado por mis manos, me doy cuenta de que algunos los dejé a la mitad por mucho que me interesaran. De repente, surgía otro que quería empezar y me atrapaba. Así que he llegado a la conclusión de que las lecturas no tienen por qué ser lineales y que empezar y terminar un libro no es un protocolo.
Me gusta la idea de unirme al Nuevo Nihilismo en 2023 y ser mas Aire y menos Tierra.
Gracias a los que a lo largo de 2022 me regalaron libros. Gracias a mis ancestros que, cuando se fueron, dejaron libros en las estanterías para que yo –y solo yo– los encontrara tiempo después. Y gracias a los libros que llegaron a mí sin saber cómo ni porqué.
Y, sí, me gusta la idea de unirme al Nuevo Nihilismo en 2023 y ser mas Aire y menos Tierra. Aunque reconozco que sí tengo una única expectativa para el nuevo año que es tener Mi Habitación Propia. Y tal vez no deba ir muy lejos para encontrarla porque quizá sea Lisbon-Paris-Madrid
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Virginia Wolf, Una Habitación Propia. 1929 (1ª edición).