Colaborar con Marisa Santamaría en Lisbon-Paris-Madrid es un hito ansiado. Ella es una de las mujeres que más profundiza en diseño desde la investigación, la enseñanza, la escritura, la divulgación y la asesoría a marcas de diseño y arquitectura. Marisa es una fuente de sabiduría. No solo ejerce su profesión desde un ámbito amplio del diseño, también desde las conexiones que promueven el avance cultural y social del siglo XXI.
Contacté con ella para hablar sobre el proyecto Atlas de la Cultura del Diseño en España, e inevitablemente la conversación fluyó más allá de esta iniciativa. Entre otras cosas, Marisa realiza sesiones de laboratorio de tendencias en Poli.Design con estudiantes de 90 países, sigue escribiendo artículos –aunque ahora está centrada en dos libros que pronto verán la luz–, y su agenda para 2023 es intensa porque pronto la encontraremos comisariando dos exposiciones: una sobre iluminación y otra sobre mujeres diseñadoras.
Vive entre Madrid, Milán y París –acaba de ser nombrada ‘Talents and Trends Forecaster’ para Maison&Objet Paris– y se denomina a sí misma «curiosa, conectora y constructiva», siente que aprende cada día y el color marca su ritmo y su vestimenta vital.
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Primero se superó la concepción del diseño más allá de lo estético. Después compañías e instituciones entendieron que el diseño tiene relación directa con lo estratégico, la innovación, el avance social y la calidad de vida. Ahora, ¿en qué momento se encuentra el diseño? Lo más importante es que se ha asimilado globalmente que lo permanente es el cambio y la incertidumbre. A partir de este punto, el impacto y la aceleración de las transformaciones de los dos últimos años, han provocado que el diseño se sitúe en un plano de activación de procesos de soluciones. También de optimizaciones estratégicas y tácticas en todos los ámbitos.
Se asumió que las personas están en el centro de todos los procesos. Pero el siguiente paso de esta idea es introducir a todos los seres vivos como centro de las estrategias. Del Human Centered Design al Life Centered Design. El planeta alberga vida y se puede considerar un organismo vivo y en evolución.
«El diseñador es hoy un agente que optimiza el cambio y la transformación»
¿Qué tipo de iniciativa es Atlas? ¿Cuál es su enfoque? Atlas de la Cultura del Diseño en España fue impulsado por Madrid Design Festival y apoyado por el Ministerio de Cultura y Deportes. En sus dos ediciones –2021 y 2022– hemos investigado y analizado cuál es la situación del sector y cómo ha evolucionado.
Han participado 50 profesionales del diseño en España, cuyas visiones cruzadas aportan coordenadas y líneas guía del futuro inmediato.
No son especulaciones, están basados en proyectos reales con resultados óptimos. Cada profesional de diseño que navegue por el Atlas, puede dejarse guiar o descartar estas perspectivas. Conocerlas siempre va a aportar un sentido crítico y un análisis que implemente su propios proyectos.
Lo mejor es escuchar las cinco conversaciones que tuvieron lugar en 2021 porque están aún vigentes. El cruce de miradas y enfoques es único.
Y, por otro lado, invito a hacer una inmersión en los mapas conceptuales publicados en la plataforma creada para el proyecto ATLAS. La actitud del observador es la de un explorador que busca ideas relacionadas con nuevos enfoques de innovación, investigación, creatividad o sostenibilidad.
Cada uno encontrará sus caminos y formulará sus propias conclusiones.
Atlas es un proyecto vivo, ¿qué conclusiones has alcanzado? Tres conclusiones que son las claves del diseño como protagonista esencial: ruralización de las ciudades, Life Centered Design y ósmosis constructiva y cooperativa.
Nota: El Mapa de Conclusiones de ATLAS está disponible aquí.
La última década ha sido la de las innovaciones tecnológicas que se superponen, el hastío social, la saturación del mercado y la individualidad. Y, en paralelo, la del interés por volver a las raíces, recuperar lo artesanal y mejorar la calidad de vida.¿Cuál es el impacto del diseño en la última década?En los últimos años afrontamos una aceleración de procesos que ya venían transformándose. La digitalización universal, nuevas formas de vida profesional o personal… hay un desafío que permanecerá en el tiempo.
«Ya no se diseña por diseñar. Ahora se siguen corrientes sociales y culturales y las inquietudes de las personas»
La historia de España ha marcado el desarrollo o subdesarrollo de muchos ámbitos profesionales y culturales del país y, por supuesto, también del diseño. ¿Estamos lastrados por la historia o es nuestra palanca para impulsar un futuro mejor? La historia de España es muy diferente a la de otros países, lo que condiciona una evolución diversa, en ocasiones a otras velocidades.
En España se ha demostrado una integración y crecimiento extraordinario de la cultura o el avance de la formación desde los años 70, porque la sociedad es abierta y está preparada para el cambio. En muchos ámbitos llegamos tarde pero con fuerza y determinación, seguramente por el espíritu creativo que nos caracteriza.
Hay mucho que mejorar y transformar. Pero somos conscientes de las dificultades, convulsiones y conflictos que afrontamos. Pero creo en el empuje de las nuevas generaciones y en una nueva visión: comprometida y consciente.
¿Somos conscientes los profesionales del diseño del impacto que tiene nuestro trabajo en la calidad de vida de las personas y en el ecosistema? Sí, es el aprendizaje más importante de este siglo, ya no se diseña por diseñar. Ahora se siguen las corrientes sociales y culturales, las inquietudes de las personas y sus necesidades vitales, con un compromiso consistente en el fomento del equilibrio del ecosistema natural.
«Lo permanente es el cambio y la incertidumbre»
Tienes una rica experiencia como docente. ¿Cómo se enfoca ahora la formación de los diseñadores del futuro? En el Politécnico de Milán desarrollo la mirada analítica del diseño contemporáneo de los alumnos en sesiones de investigación y análisis participativos.
Creo en una concepción actual de la formación como un híbrido fluido. Cambian las generaciones, la forma de asumir la información, la perspectiva y necesariamente, debe cambiar la forma de intercambiar conocimiento. Y digo intercambiar porque hoy el profesor canaliza el conocimiento y también lo recibe.
En todas mis sesiones trato de motivar al estudiante, incentivo el sentido analítico y crítico. Hoy los profesionales del diseño debemos formarnos cada día. Es nuestra responsabilidad. Lo fundamental es aprender a aprender. Y actuar. Hasta el final de nuestros días.
Hago investigación académica sobre la trascendencia del diseño en la nueva sensorialidad del diseño, espacios mutantes multifuncionales, el bienestar humano y el diseño estratégico.
¿Hay apoyo de las instituciones o aún el diseño está relegado al ámbito privado? ¿Es elitista el diseño o su ámbito natural es lo social? En mi opinión, no hay que esperar ayudas externas. Esta actitud genera una posición estática. Cada uno, desde nuestro ámbito, debemos apoyar un conocimiento y conciencia mayor del significado del diseño y de su trascendencia actual dentro de las instituciones y de sus responsables.
El diseño es una herramienta creativa en la que interviene la innovación o la sostenibilidad, depende del proyecto se situará en una dimensión social, meramente funcional, cultural…, para un tipo de público u otro. Todas las escalas son posibles porque el diseñador es hoy un agente que optimiza el cambio.