Un emprendedor amante del diseño gráfico. Comenzó muy joven y con su creatividad, su visión de negocio y su carisma sincero y poco habitual, pronto recogió los frutos del trabajo que sembró. Después llegó un punto de inflexión en su vida que él describe como un momento “lleno de cambios e inestabilidad”. Fue entonces cuando encontró una aliada: la cerámica. Con ella logró alcanzar calma y, sin pretenderlo, de ese momento vital confuso, nació Contigo Ceramics, el proyecto que compatibiliza con su profesión de diseñador.
Él es Alberto Aranda, el fundador del estudio barcelonés que lleva su nombre. Él también es alguien que no se conforma y que busca su bienestar haciendo, algo que se nos olvida tantas veces. Porque el bienestar no te llega. El bienestar se busca. Y se hace.
Alberto, bienvenido a Lisbon-Paris-Madrid. ¿Cómo pasa un diseñador gráfico, acostumbrado a las herramientas digitales, a desear usar sus manos como herramientas? Empecé con la cerámica hace poco mas de 4 años. Era un momento personal complicado, inestable y no tenía claridad en mis pensamientos. La necesidad de desconexión, introspección y búsqueda de nuevos caminos me hizo estar en situaciones que nunca hubiera pensado. Incluso algunas por las que no había sentido interés. Fue así como me senté delante de un torno por primera vez.
Al salir de esa primera sesión, percibí que todo el ruido que inundaba mi cabeza había desaparecido. Durante dos horas sentí claridad. Tener esa sensación, y a la vez ser consciente de ella, es lo que hace que siga utilizando mis manos como herramientas.
La falta de techo y de un objetivo a cumplir también es atractiva.
Alberto Aranda
¿Qué te atrae de la cerámica y qué te hace sentir? Lo que más me atrae es que me permite escucharme a mí mismo. Es mi principal motivación. Durante el tiempo que estoy torneando solo escucho mis pensamientos de una forma muy íntima. En los mejores casos incluso no escucho nada. Es un proceso y una sensación muy personal que, de momento, sólo he encontrado en el barro.
A nivel artístico considero mis piezas una representación de ese proceso emocional. El trabajo en el torno es técnicamente complejo y, controlarlo a la perfección, requiere muchísimos años. Esa falta de techo, de objetivo a cumplir, también es atractiva. Da igual lo que hayas aprendido, siempre vas a poder mejorar y tus piezas lo mostrarán de forma inmediata.
Cientos de noticias, estudios y algunas obviedades nos explican que estamos viviendo en un medio que no es el nuestro. No es natural pasar 10 horas delante de una pantalla.
Alberto Aranda
Cuál es el objetivo presente y futuro de este proyecto tan personal, Contigo Cermics. A nivel emocional mi objetivo presente es seguir utilizándolo como hasta ahora, de un modo casi terapéutico. Siento que hay curiosidad e interés alrededor sobre mi proyecto pero, de momento, solo quiero utilizarlo para poder concentrarme en lo que me aporta. Tengo muy claro que no quiero buscar un rendimiento económico.
No se cuál es el futuro del proyecto. El paso inmediato es utilizar la técnica para poder producir objetos de diseño industrial. Quiero aprender a hacer piezas cada vez más grandes y utilizarlas para un uso alejado del menaje de mesa. No es sencillo trabajar con cantidades grandes de barro en el torno y me interesa ese reto.
No tengo duda que la cerámica me acompañará durante mucho tiempo. Me permitirá escucharme mucho tiempo. Tanto es así que en mi nuevo hogar, que justo estoy proyectando, hay un espacio especial para mi nuevo taller.
Hay muchos vínculos entre el diseño y la cerámica. La luz. Las texturas. Las proporciones. El color. Las leyes de la composición.
Alberto Aranda
La artesanía está volviendo con fuerza en muchos ámbitos. ¿Qué opinas sobre este resurgir? Cientos de noticias, estudios y algunas obviedades nos explican cada día que estamos viviendo en un medio que no es el nuestro. No es natural pasar 10 horas al día delante de una pantalla viviendo tras ella. Lo bonito sería poder explicarte sobre mi proyecto en persona (Alberto y yo hemos preparado y realizado esta entrevista con mails y muchos WhatsApps), pero la dinámica actual nos está haciendo alejarnos del mundo físico.
El resurgir de la artesanía tiene que ver con esto: con la necesidad de conectar con nosotros mismos, con los que tenemos a nuestro alrededor y con los materiales que nos rodean. Reivindiquemos el placer, la calidad y las emociones que nos hacen sentir. Disfrutemos del tiempo contactando con procesos manuales.
Creo firmemente en el diseño racional, hecho para ser útil y durar. Creo en el diseño y los materiales que se muestran como son.
Alberto Aranda