Adentrarse en un universo bucólico y alejado del estilo de vida convencional. Esta es la esencia de El Club de la Cabaña. Un universo que nos permite asomarnos a lugares bellos y a hogares sencillos. Lugares lejanos –o no– en entornos naturales en los que parece no haber ni prisa, ni horarios, ni rutinas. Solo una total comunión con el medio ambiente y una perspectiva vital muy diferente a la que podemos tener cualquiera de nosotros.
Club de la Cabaña es una newsletter semanal que nos acerca a otros estilos de vida y a otros diseños de interiores porque las cabañas son, por definición, espacios pequeños y acogedores. Un recorrido por el placer de la vida campestre creado por Eva Morell que, todas las semanas, aterriza en mi inbox. Y en el de muchos otros dado que ha tenido un éxito inesperado que sorprende a la propia autora. Ella define su proyecto como una “vía de escape” porque muestra y mezcla “un modo de vida diferente, una conexión con la naturaleza y una curiosidad por la arquitectura y decoración de las cabañas que lleva años teniendo éxito en medios especializados”.
Pequeña cabaña encajada entre dos grandes rocas para protegerla de las olas y el viento. Está en la Bretaña Francesa, se construyó en 1861 y está bautizada como Castel Meur, aunque también se la conoce como Maison du Gouffre.
Eva Morell, periodista reconvertida en Directora de Arte, decidió volver al periodismo y actualmente es Content Curator y Consultora de Estrategia en Flipboard España. También colabora semanalmente con la revista AD y es profesora de Experiencia de Usuario y Design Thinking en varias escuelas. Hablamos con ella en Lisbon-Paris-Madrid y nos cuenta que esta iniciativa es “una buena excusa para experimentar y cubrir una necesidad que incluso yo misma tenía, ya que me anima a investigar, documentarme y seguir descubriendo cosas”. Y lo hace con un lenguaje “cercano e informal” que ha enamorado a muchos, probablemente porque el momento de leer Club de la Cabaña es un momento de desconexión. Una newsletter que, en sí misma, es una cabaña. Un lugar no-físico donde refugiarnos de la fugacidad de los días y un espacio digital donde abandonarnos al sueño de una vida tranquila y placentera, lejos de aquí y lejos de allá. En un monte o cerca de una playa. En una ladera o en un bosque. En una encrucijada de caminos o en cualquier lugar inesperado.
Al leer Club de la Cabaña nuestra mente viaja. Y nuestros sentidos también. Porque la autora no muestra una simple galería de imágenes de cabañas perfectas, también nos relata sus historias, lo enlaza cada semana con una banda sonora y, con todo, nos deja embelesados para hacer a este Club aún más interesante.
Ubicada en un bosque cerca de Seattle, The Little House es “una casa eficiente y sencilla, que se mezcla hábilmente con el paisaje. Está revestida de madera de cedro negro oxidada en el exterior y pino por dentro, lo que la hace aún más cálida y acogedora”. El proyecto es del estudio mwworks.
A la pregunta de si el Club de la Cabaña nace del Síndrome de la Cabaña del que tanto se habla en estos meses, Eva Morrel nos explica que esta iniciativa es precisamente lo contrario. Mientras que el Síndrome de la Cabaña nos empuja a quedarnos en casa y a vivir la vida hacia el interior, este Club da forma a la “necesidad de escape” y, en concreto, pone imágenes al espíritu “de ermitaña” de la autora. Y no olvidemos que los ermitaños son itinerantes, algo que la sociedad actual no contempla porque tendemos a enraizarnos en un lugar durante años. Tal vez durante toda la vida.
Sin embargo, Eva Morrel sí ve una conexión entre su proyecto y la emergencia sanitaria que asola hoy el mundo. Y es que, nos cuenta desde su visión de experta que “las cabañas y las casas prefabricadas están en auge porque la pandemia ha hecho que se multiplique el interés por ellas”.
Club de la Cabaña es un delicioso proyecto que acaba de nacer y ya tiene la fuerza para transportarnos a otro mundo. Un mundo que está en este. Aunque cueste creerlo, está.
Las imágenes e historias que aparecen en El Club de la Cabaña llegan de fuentes diversas, como esta cabaña del Instagram de Johannes Hulsch.