Entrevista a Irene Peukes (Pla): “Me gusta cuando lo sencillo esconde una complejidad”.

Irene Peukes es la diseñadora de Pla, una marca que se centra en los valores de la artesanía. En esta entrevista nos acerca la poesía de su trabajo y profundiza en sus diseños que consiguen equilibrar el encanto de lo rural con lo cosmopolita, arraigadas tradiciones con lo contemporáneo y el respeto al pasado con lo innovador.

Las palabras de Irene nos inspiran y nos llevan a descurbir tanto su mundo pausado y optimista, como su visión creativa y experimental.

Pregunta: Irene, bienvenida a Lisbon, Paris, Madrid. Eres la creadora y diseñadora de Pla, una marca para la que lo artesano y natural tiene una enorme trascendencia. ¿Cuál es su filosofía?

Respuesta: En Pla queremos hacer cosas con más manos y menos máquinas. Con materiales naturales de calidades respetuosas con las personas y con el entorno, saludables y enriquecedoras. Y con alma para que transmita belleza y sencillez.

P: Desde Pla colaboras con artesanos de diferentes lugares lo que implica que ayudas a preservar sus técnicas artesanales en un mundo en que lo tecnológico, lo conectado y lo online son protagonistas.

R: Sí, así es. No tengo nada en contra de la tecnología porque la necesitamos y nos ayuda, pero no debemos dejar de lado lo maravilloso de lo artesanal, la belleza de lo hecho a mano y la sabiduría del pasado que ha pasado de generación en generación. Otro aspecto muy importante es la comunidad que se crea al trabajar unidos, las mujeres se ayudan, cooperan y crean lazos. Yo vivo de cerca esta relación cuando estoy en Guatemala con ellas supervisando la producción.

P: Hace relativamente poco surgieron los conceptos de “lujo silencioso” y “lujo pobre” ambos como una respuesta a un lujo ostentoso y tradicional. ¿Qué implican estos conceptos tan humildes y al mismo tiempo, tan bellos? Como diseñadora, ¿te sientes identificada con ellos?

R: Absolutamente. Me alegra que se empiece a valorar otra manera de vivir. El lujo ahora es valorar cosas reales o cercanas, cosas cotidianas como lo sencillo, lo pausado, la comunidad, la risa, el afecto del trato diario…

En nuestro caso, creamos maravillas con pocos medios, tan sólo con manos expertas, materiales del entorno y el saber hacer que nos llega con la tradición oral pero, al mismo tiempo, creando algo moderno y que trasciende las modas.

P: Uno de tus diseños más característicos son los zapatos elaborados con fibras de yute realizados por artesanos de Bangladesh y Mallorca. ¿Cómo nace la idea de producir calzado con este material y con este original diseño?

R: Todo comenzó cuando trabajé en Camper. Para formar parte del equipo de diseño me pidieron ideas para crear un calzado ecológico. En ese momento planteé algunos diseños para ellos. Después, fundé Pla con la idea de resaltar la artesanía y utilizar materiales naturales pero dando espacio a productos útiles y contemporáneos para renovar y actualizar el saber artesano. Lo artesano no es sinónimo de old fashion ni tampoco de pobreza o escasez de recursos. No lo ha sido nunca, ni ahora tampoco.

Observando como utilizan una trenza para un cesto, se me ocurrió que también era posible aplicarlo al calzado. Realmente no es nada nuevo ya que en Europa se están haciendo zapatos con los materiales naturales que se conseguían en los bosques y en el campo, pero mi idea es poder hacer el zapato con una sola trenza. Esto limita la creación pero, si lo consigues, haces un producto muy especial y quizás ingenioso.

Me encanta lo sencillo a primera vista tras lo que se esconde una complejidad y un largo camino para llegar a la perfección.

P: También llama la atención tu colección textil Guate Va Vest. Su originalidad, en este caso, reside en que diseñas piezas que se realizan con una única pieza tejida. El resultado es delicado y con un alto valor artesanal.

R: Estamos muy orgullosas de esta colección y de la filosofía es la misma. El punto de partida es el tejido. En Guatemala la cultura del tejido está muy presente –aunque dominan los sintéticos–. Cuando diseño ropa, intento incluir todos los detalles para que la prenda siente bien, con acabados y detalles especiales. Así, conseguimos que sea de una sola pieza y las bordadoras saben cómo acabarlos. Lo que a primera vista parece un detalle decorativo forma parte del patrón y es importante que esté. Esto ha sido duro de conseguir en tiempo y pruebas.

P: ¿Cómo alimentas tu inspiración y procesos creativos?

R: Me chifla lo artesanal, la dedicación de las personas elaborando una pieza con medios mínimos. Esto es un arte. Observo cómo trabajan e invento algo que se adapta a nuestro modo de vida.

P: A todos los diseñadores nos influyen otros diseñadores o artistas porque llaman nuestra atención por su forma de mirar, de interpretar la realidad o de crear. ¿Quién ha marcado tu pensamiento creativo?

R: Sonia Delaunay, Mark Rothko, Dries van Noten, Issey Miyake y, ahora mismo, admiro a Missoni por la riqueza de los diseños de sus tejidos.

P: La vinculación entre PLA y Mallorca es muy alta. Háblanos de esta isla y de qué significa para ti este lugar.

R: Me siento muy afortunada por vivir en Mallorca. Vivo en el interior, en un pueblo precioso que se llama Sineu. Allí me siento bien por la gente que me cruzo cada día. Veo que son felices y me incluyo en esa felicidad.

Es un entorno sano, perfecto para crear, en el que la vida fluye rodeada de naturaleza, campo y un modo de vida que lo conserva. Yo crecí en la ciudad… en Mallorca disfruto de lo sencillo, tomar algo en el bar del pueblo, charlar con la gente, la puesta de sol… Eso es un lujo.

P: A todos los invitados del blog les invitamos a compartir con los lectores sus direcciones secretas en Lisboa, París y Madrid. ¿Cuáles son las tuyas?

R: Aunque mis viajes ahora son a lugares donde suelo trabajar o a Alemania donde voy a ver a mi familia, tengo buenos recuerdos de mis estancias en esas ciudades. Antes iba mucho a París. Siempre es paso obligado el Centre Pompidou y, en mi último viaje, también fui al Museo Etnológico. París es maravilloso en cualquier época del año y nunca dejo de saborear una baguette con mantequilla y queso en algunas de sus brasseries y de pasear al lado del río.

A Lisboa he viajado menos pero me encantan sus famosos pasteles de Belem y la pastelería tradicional al lado del Monasterio de los Jerónimos. También imborrable la sensación de disfrutar sus calles subida al tranvía.

De Madrid, me encanta el Museo Reina Sofía y el Barrio de las Letras. Después de pasear, siempre acabo en una vermutería.

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